SanLucas19

"Evangelio de los pobres", aparece Jesús prefiriendo siempre a los pequeños, a los enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos. Jesús corre al encuentro de aquellos para quiénes la vida es más dura y angustiosa.

Lucas 4,18 / Lc 6,20 / Lc16,19  / Lc12,33

"Evangelio de la oración", presenta a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida e insistiendo continuamente en la necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar.

Lc 10, 21-22;  / 22, 41-42; / 23, 34. 46. / Lc 11,1-4 /

"Evangelio de los pecadores", presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas. El amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida.

Lucas 15, 1-10 / Lucas 5, 27-32

Invitación de Juan Pablo II: 

Quisiera estimular a todos, presbíteros, religiosos, religiosas y laicos, a practicar y promover la lectio divina, hasta que la meditación de la sagrada Escritura llegue a ser un elemento esencial de su vida. 

Autor del 3r Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles.

La tradición indica que nació en Siria y que fue discípulo de San Pablo, quien se refiere a él como su ayudante e iluminador.

Alta formación académica. Escrito en griego para griegos. Su evangelio relata la predicación y los hechos de Jesús de Nazaret, aunque afirma que no fue testigo de sus obras.

Año 70 d.C.

San Pablo le cita como «colaborador» y como «querido médico». En los Hechos de los Apóstoles, San Lucas habla de sí mismo usando el plural «nosotros».

En ese mismo libro aparece acompañando a San Pablo en su segunda misión, en el viaje que éste hizo de Troas a Filipos. Después de permanecer en aquella ciudad por espacio de unos seis años, volvió a acompañar a San Pablo en un viaje a Jerusalén, y nuevamente cuando aquél fue conducido prisionero a Roma. En la víspera de su martirio, San Pablo recordó que «sólo Lucas está conmigo» (II Timoteo 4:11).

La tradición lo considera médico de profesión.

Su símbolo como evangelista es el toro.

Unas tradiciones lo hacen sufrir martirio en Patrás; otras, en Roma; otras en Tebas de Beocia.

Interesado por la verdad histórica, San Lucas reprodujo en su Evangelio aquello que había oído directamente a los apóstoles y discípulos de Jesús: «... según nos lo transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y luego servidores de la palabra, también yo, después de haber investigado con exactitud todos esos sucesos desde su origen, me he determinado a escribírtelos ordenadamente...» (Lucas 1:2-2).

¿QUIÉN ES TEÓFILO?

Lucas 1: Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra,3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.


De padres paganos, se convirtió al cristianismo tras un estudio concienzudo de las Escrituras y llegó a ser obispo de la ciudad siria de Antioquía, nombre que conserva en español la actual Antakya, de Turquía.

ANTIOQUIA: Por dirección divina, los seguidores de Cristo fueron denominados cristianos, término que se utilizó por vez primera en Antioquía de Siria. (Hechos 11:26.) En el siglo I, el apóstol Pablo viajó a esta ciudad, de la que hizo su base de operaciones. Bernabé y Pablo, acompañados de Juan Marcos, se embarcaron allí para iniciar su primer viaje misionero. Teófilo, sin embargo, vivió en Antioquía cien años más tarde de los primeros cristianos.

El historiador Eusebio indicó que Teófilo fue el sexto obispo de Antioquía, contando desde el tiempo de los apóstoles de Cristo. Teófilo puso por escrito un considerable número de conversaciones y refutaciones de las herejías. Figura entre la docena de apologistas cristianos de su época.

Un vistazo a sus escritos

Teófilo escribe al pagano Autólico. "El amador de la verdad no atiende a las palabras afectadas, sino que examina cuál sea la eficacia del discurso. Ahora bien, tú [...] me increpaste con vanas palabras, vanagloriándote en tus dioses de piedra y leño, cincelados y fundidos, esculpidos y pintados, dioses que ni ven ni oyen, pues son meros ídolos, obras de manos de los hombres". (Compárese con Salmo 115:4-8.)

Teófilo denuncia que la idolatría es un engaño. Con su peculiar estilo, grandilocuente y reiterativo, procura exponer la auténtica naturaleza del Dios verdadero: "La forma de Dios es inefable e inexplicable: no puede ser vista por ojos carnales. Por su gloria es incomprensible; por su grandeza es inalcanzable; por su sublimidad es impensable; por su poder es incomparable; por su sabiduría es inigualable; por su bondad, inimitable; por su beneficencia, inenarrable".

En su descripción de Dios, Teófilo agrega: "Él es Señor, porque señorea sobre todas las cosas; Padre, porque es antes que todas las cosas; Artífice y Hacedor, porque Él es el Creador y Hacedor de todas las cosas; Altísimo, porque Él está sobre todas las cosas; Omnipotente, porque todo lo domina y envuelve".

Hallamos otra muestra de las acometidas de Teófilo contra los dioses falsos de su tiempo en las siguientes palabras dirigidas a Autólico: "Los nombres de los dioses a quienes dices das culto, son nombres de hombres muertos. Y aun éstos, ¿quiénes y qué tales fueron? ¿No se ve que Crono [o Saturno] se comía y devoraba a sus propios hijos? Pues si me hablas de Zeus [o Júpiter], hijo suyo, [...] fue alimentado [...] por una cabra [...]. Sus otros hechos [incluyen], por ejemplo, su casamiento con su hermana, sus adulterios y corrupciones de muchachos".

Siguiendo con el hilo de su discurso, Teófilo refuerza su oposición al paganismo y su idolatría: "¿A qué trazar también el catálogo de la muchedumbre de animales a los que dan culto los egipcios: reptiles y bestias, fieras y aves, y peces de las aguas [...]? Y si me hablas de los griegos y de las otras naciones, dan culto a las piedras y leños y demás materia". "Adorar -señala Teófilo-, sólo adoro al Dios real y verdaderamente Dios." (Compárese con 2 Samuel 22:47; Hechos 14:15; Romanos 1:22, 23.)

  • ¿Qué significa seguir a JESUS, para San Lucas:
  • La decisión de seguir a Jesús nace de la opción fundamental por su persona.

    ¿Te sientes fascinado por el rostro de Cristo?

    Jesús no acepta componendas y exige el compromiso de toda la persona, un decidido desapego de toda nostalgia del pasado, de los condicionamientos familiares y de la posesión de los bienes materiales (cf. Lc 9, 57-62; 14, 26-33).

    ¿Y si adaptamos las exigencias de Jesús a mis posibilidades y debilidades, esto es, yo doy lo que pueda? Una Iglesia que no aspira a darlo todo por Cristo es como la sal que pierde el sabor (cf. Lc 14, 34-35).


META: Es cuestión de amor. Nuestra meta es AMARLE

Amas a Cristo?

Esto es difícil para el hombre, pero resulta posible con la gracia de Dios (cf. Lc 18, 27)

Si el camino para la resurrección es la cruz quién puede amar a Cristo?

Lucas acentúa las exigencies radicales de seguir a Cristo y tambien la alegría de quienes se convierten en discípulos de Cristo.

PRINCIPIO: No podemos empezar un camino por la meta sino por el principio. ¿Y cual es el primer paso?

San Lucas delineó en los rasgos de la primera comunidad cristiana el modelo en el que debe reflejarse la Iglesia de todos los tiempos:

es una comunidad unida con "un solo corazón y una sola alma",

asidua en la escucha de la palabra de Dios;

una comunidad que vive de la oración, comparte con alegría el Pan eucarístico

abre su corazón a las necesidades de los pobres hasta compartir con ellos sus bienes materiales (cf. Hch 2, 42-47; 4, 32-37).

Toda renovación eclesial deberá hallar en esta fuente inspiradora el secreto de su autenticidad y de su lozanía.

NO ESTAMOS SOLOS

4. Es conocida la importancia que san Lucas da en sus escritos a la presencia y a la acción del Espíritu, desde la Anunciación, cuando el Paráclito desciende sobre María (cf. Lc 1, 35), hasta Pentecostés, cuando los Apóstoles, impulsados por el don del Espíritu, reciben la fuerza necesaria para anunciar en todo el mundo la gracia del Evangelio (cf. Hch 1, 8; 2, 1-4). El Espíritu Santo es el que forja a la Iglesia.

UN MODELO: María

Por ese sí pronucniado a Dios sin saber las consecuencias.

La Anunciación, la Visitación, el Nacimiento, la Presentación en el templo, la vida en la casa de Nazaret, la disputa con los doctores y la pérdida de Jesús en el templo, así como Pentecostés,

Son momentos de un SI sin saber las consecuencias. adhesión y disponibilidad incondicional a su Palabra: esto es el modelo más alto de fe, la Iglesia comunidad de los creyentes que Dios quiere

. El cántico del Magníficat (cf. Lc 1, 46-55) manifiesta otro rasgo importante de la "espiritualidad" de María: ella encarna la figura del pobre, capaz de poner plenamente su confianza en Dios, que derriba a los poderosos de sus tronos y enaltece a los humildes.

"Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús y de sus hermanos" (Hch 1, 14)

MARIA ES TESTIMONIO de la vida de Jesús.

UNA MISION: EVANGELIZAR:

Otra dimensión esencial de la vida cristiana y de la Iglesia, sobre la cual la narración lucana proyecta una luz intensa, es la de la misión evangelizadora. San Lucas indica el fundamento perenne de esta misión, es decir, la unicidad y la universalidad de la salvación realizada por Cristo (cf. Hch 4, 12)

Vosotros sois testigos de estas cosas. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto"" (Lc 24, 45-48). ¿Has recibido ya tu mision o estás en la ciudad?

La tarea de la Iglesia consiste en introducir en la historia la levadura del reino de Dios (cf. Lc 13, 20-21). Se trata de una tarea ardua, descrita en los Hechos de los Apóstoles como un itinerario fatigoso y accidentado, pero encomendado a "testigos" llenos de entusiasmo, de iniciativa y de alegría, dispuestos a sufrir y a dar su vida por Cristo. Reciben esta energía interior de la comunión de vida con el Resucitado y de la fuerza del Espíritu que él les da.

En la parabola del hijo pródigo

Quien es el pobre?

Qué pecado es mayor: no querer vivir en la casa de Dios o querer a Dios para ti solo?

Qué perdón es mayor: al que vuelve tras vivir y malgastar? al que reclama y ambiciona todo para sí?

¿En qué te pareces al padre? Respecto a los tuyos? Respecto a la comunidad? Respecto a los extraños?

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